Resultados del tratamiento con células madre antienvejecimiento

El tratamiento con células madre antienvejecimiento es un enfoque avanzado y novedoso para retrasar e incluso revertir el proceso de envejecimiento en humanos. Además, la terapia con células madre antienvejecimiento ayuda a fortalecer las células restantes y fomenta el crecimiento de nuevas células saludables.
Los pacientes que se han sometido al tratamiento con células madre informaron las siguientes mejoras:
- Una apariencia de la piel con menos manchas de la edad, tono uniforme y menos líneas y arrugas.
- Menos cansancio.
- Mayor energía, bienestar general y vitalidad.
- Alivio de molestias, dolores y rigidez en las articulaciones.
- Un aumento en la libido y la actividad.
- Mayor fuerza muscular y reducción de la flacidez.
- Mejor funcionamiento de los órganos.
- Mejor cognición y memoria.
- Mejor estado de ánimo.
La Terapia Celular puede brindar a los humanos un “reinicio” celular para mantener la salud durante más tiempo.

El envejecimiento y las células senescentes
Las células senescentes son un factor importante en el envejecimiento. En un cuerpo joven y sano, las células envejecidas se matan a sí mismas haciendo espacio para nuevas células sanas mediante un proceso llamado apoptosis. Las células nuevas del conjunto de células madre del cuerpo reemplazan las células perdidas. Por su parte, las células envejecidas que no logran suicidarse se convierten en células senescentes.
A una edad temprana, el sistema inmunológico del cuerpo identifica y elimina las células senescentes del cuerpo. Con el envejecimiento, esta capacidad del sistema inmunitario se reduce, lo cual hace que las células senescentes se acumulen.
Las células senescentes son similares a las células cancerosas en muchos aspectos, excepto en la formación de tumores. Igualmente, son perjudiciales para el organismo, provocan inflamación e impiden su sustitución por células nuevas y sanas. Además, las células senescentes secretan sustancias, el fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP), que evita que las células madre del cuerpo reparen el tejido dañado, promueven enfermedades relacionadas con la edad e inducen a las células sanas a volverse senescentes. Esta espiral descendente convierte un proceso de rejuvenecimiento en un proceso de envejecimiento.
De esta manera, las células senescentes afectan negativamente las funciones de órganos y tejidos. Así, reducen la función de bombeo del corazón y la función cognitiva del cerebro y también hacen que la piel se arrugue.

Envejecimiento inflamado
Además de los problemas del envejecimiento descritos anteriormente, las células senescentes contribuyen a otro sello distintivo del envejecimiento: la inflamación crónica de bajo grado, a veces conocida como “envejecimiento inflamado”. Es una inflamación crónica constante de bajo grado, muy diferente de la inflamación aguda, que generalmente desaparece después de unos días o semanas.
Son muchas las enfermedades relacionadas con la edad que se vinculan al envejecimiento inflamado. Es por esto, que se convierte en un factor de riesgo importante para nuestra salud a medida que envejecemos.